Por la situación somos totalmente mediterráneos nuestra cocina ha sido siempre y sera un fiel reflejo de nosotros de nuestro clima y de nuestras costumbres.
Los aceites producidos con las aceitunas de esos olivos milenarios, ese trigo cultivado aquí desde hace siglos, los vinos, fuertes por el sol, con ese regusto del clima, vinos sin tapujos y sin misterios, como somos los mediterráneos, todo ello se adereza con esas almendras que tanto usamos en los guisos o en nuestros postres, nos hacen tener esa cocina, que es capaz de elaborar platos que sin ser complicados son sabrosos, digestivos y nos permiten acompañar los fríos invernales, y los sofocantes calores estivales.
Los aceites producidos con las aceitunas de esos olivos milenarios, ese trigo cultivado aquí desde hace siglos, los vinos, fuertes por el sol, con ese regusto del clima, vinos sin tapujos y sin misterios, como somos los mediterráneos, todo ello se adereza con esas almendras que tanto usamos en los guisos o en nuestros postres, nos hacen tener esa cocina, que es capaz de elaborar platos que sin ser complicados son sabrosos, digestivos y nos permiten acompañar los fríos invernales, y los sofocantes calores estivales.
Que hermoso resulta mezclar todos estos productos con verduras de nuestros huertos, o con aves de nuestro corral, un simple huevo es algo maravilloso y no digamos acompañados con unas patatas o con unas carnes a la brasa.
La comida de esta zona, deja que nuestra imaginación nos traslade por su historia y por sus tiempos, por ello queremos ser fieles a lo que representamos y al lugar donde estamos, para conseguir con nuestra cocina, que cuando alguien este en el Mas de la Segarra, pueda disfrutar de los mejores sabores de ahora y de siempre.
La comida de esta zona, deja que nuestra imaginación nos traslade por su historia y por sus tiempos, por ello queremos ser fieles a lo que representamos y al lugar donde estamos, para conseguir con nuestra cocina, que cuando alguien este en el Mas de la Segarra, pueda disfrutar de los mejores sabores de ahora y de siempre.
Algunas de nuestras comidas:
Olla de la Segarra.- Costilla de Cerdo, Chorizo, Garbanzos huevo duro con unas cuantas patatas, mucho amor y fuego lento.
Olla de Ares.- Tradicional del Maestrazgo, Oreja de Cerdo, hueso de Jamón y de Ternera, garbanzos, patatas todo cocido el tiempo preciso.
Tombet de Cordero.- La típica olla de patatas con cordero, pero con el cariño que siempre pone la cocinera.
Arroz con bacalao.- Ese recuerdo de la cuaresma de las tierras adentro, esa comida típica de la abstinencia eclesiatica, sabor de la España profunda. Sencillez para cocinar, pero gran sabor para el paladar.
Perol de huevos.- Quien no ha soñado con ese perol con una base de aceite de oliva en la que se fríen una buena cantidad de patatas y se estrellan unos huevos recién cogidos del corral, solo pienso que nos puede faltar un poquito de sal.
La Brasa.- Las mejores carnes y fiambres, para las mejores brasas, pide lo que te guste y nosotros lo conseguiremos, si lo prefieres, contamos con una barbacoa para que tu te lo prepares.
Las cocas .- Tiempo y paciencia y buen saber, para las cocas típicamente de nuestro terreno, hechas en nuestro horno ancestral, calentado las piedras con esas ramas de poda del almendro, cocas rellenas de los mejores y típicos manjares, como no podría ser de otra manera, con sardinas, o con bacalao con tomate, o con espinacas, o con lo mejor que tengamos en temporada, son la maravilla de nuestra cocina.
La salsa.- Lo mas típico de nuestra zona y como no del Mas, es la salsa de almendra, preparado que se puede utilizar con todos los platos, usándose como complemento su calidad y frescura, esta garantizada, nos rodean los almendros por todas partes. Siempre dara ese regusto de personalidad a cualquiera de nuestros guisos o cocinados.
Postres
Tema a parte y hueco hay que dejar para este apartado. Nos encontramos dentro del mundo de la almendra, nuestras raíces de tierra mora esta en ellos, nuestros trigos, nuestra miel, nuestro aceite e incluso ese licor cazallero que quita el frió matutino, se mezcla todo ello para conseguir un listado único de dulces, difícil de describir y maravillosos de degustar.
Tema a parte y hueco hay que dejar para este apartado. Nos encontramos dentro del mundo de la almendra, nuestras raíces de tierra mora esta en ellos, nuestros trigos, nuestra miel, nuestro aceite e incluso ese licor cazallero que quita el frió matutino, se mezcla todo ello para conseguir un listado único de dulces, difícil de describir y maravillosos de degustar.
Buñuelos .- Con azúcar, miel o solos. No por simples dejan de ser maravillosos.
Flan de almendra .- Los huevos de nuestro corral con la sabrosa almendra de nuestros campos hacen una combinación, difícil de olvidar.
Coca Celestial .- No te decimos su composición por que su nombre lo refleja todo, tampoco lo preguntes, pruebala y ya nos contaras.
Dulces y postres de la Segarra.- Fantásticos pastelillos, con el relleno de boniato, de calabaza, de cabello de ángel y como no, de almendra, todo ello elaborado con esa paciencia de la gente de campo, en nuestro ancestral horno. Ah, y que no se nos olvide esas almendras garrapiñadas que son las autenticas perlas de un postre.
Queso con miel .- Pero si tenemos algún goloso, le podemos preparar un poco de queso de nuestras tierra, con miel recién cogida de nuestras colmenas y unas almendritas.
Y por cierto como se puede terminar una buena comida, quizás con un chupito o con un poquito del licor que nos queda de aquel militar francés, que por 1809 estuvo en el Mas y nunca mas se supo de él.
Dulces y postres de la Segarra.- Fantásticos pastelillos, con el relleno de boniato, de calabaza, de cabello de ángel y como no, de almendra, todo ello elaborado con esa paciencia de la gente de campo, en nuestro ancestral horno. Ah, y que no se nos olvide esas almendras garrapiñadas que son las autenticas perlas de un postre.
Queso con miel .- Pero si tenemos algún goloso, le podemos preparar un poco de queso de nuestras tierra, con miel recién cogida de nuestras colmenas y unas almendritas.
Y por cierto como se puede terminar una buena comida, quizás con un chupito o con un poquito del licor que nos queda de aquel militar francés, que por 1809 estuvo en el Mas y nunca mas se supo de él.